La fermentación es un proceso que tiene mucha magia. El azúcar natural del fruto se transforma en alcohol y así nace el vino.
Su origen está estrechamente ligado al proceso de sedentarización del hombre, y es en la Edad del Bronce (3.000 a.C.) cuando se estima que se produjo el verdadero nacimiento del vino y en el año 700 a.C. llega en su proceso expansivo a la Grecia clásica.
A continuación, haremos un repaso sobre cómo ha evolucionado el vino a lo largo de la historia: